No es que me encante la oscuridad. Tampoco es que le tenga miedo pero, la verdad es que aunque sólo sea con una tenue vela encendida, me siento mucho más seguro. Al menos así sabré que es eso que se mueve a mi lado de forma sigilosa }:D
Debo decir que fotográficamente, la sombra abundante hace que la luz cobre una vida especial, quizás más tenebrosa que su propia ausencia total, más dramática, más ensoñadora, expresiva, más viva. Nos hace ver cosas que en realidad no existen e incluso escuchar sonidos que nadie ha emitido...
La sombra es realmente asombrosa.
¿Quien no ha visto la efigie alargada del Nosferatu de Murnau sobre la pared? ¿Quien no se ha maravillado con el expresionismo alemán de principios del Siglo XX? ¿O el mismo Drácula de Coppola?
¿Tú?
Pues, dale, que te lo vas a perder.
Y en realidad, la sombra no existiría sin luz y la luz sin sombra no dibujaría nada. Sería un blanco absoluto. Es como si fuera "su tinta".
Utilicemos la luz disponible, o la luz mínima que podamos añadir, programemos la sensibilidad y la velocidad de obturación. Será un juego muy divertido al que le podemos sumar la imaginación para obtener imágenes muy creativas y artíticas.
Quizás un único foco con una colocación bien meditada y un fondo negro. El diafragma "ni medio abierto ni medio cerrado" y dejemos que la luz escriba y nos sorprenda.
Una ventana con la persiana bajada, la vela de la que hablaba antes, un flexo, un reflector, la farola... juguemos y veamos que nos revelan las sombras.
Todas esta imágenes están obtenidas con un único punto deluz sobre ellas.